La higiene facial es un básico de la estética por sí misma, pues una piel bonita debe estar limpia. Es además, el paso previo imprescindible antes de todo tratamiento específico facial o antiaging.
El rostro está expuesto constantemente a los cambios estacionales, el sol o la polución. A eso hay que unirle que no todos los tipos de piel son iguales y, dependiendo del caso, unas personas tendrán más o menos facilidad para que sus poros se obstruyan y dificulten una buena oxigenación de la piel.
Todas las edades y todo tipo de pieles se benefician de este tratamiento, incluso las pieles más sensibles.
Las funciones básicas de este tratamiento son:
- LIBERAR a la piel de las células muertas que se encuentran en la capa superficial.
- ELIMINAR las impurezas que causan obstrucción en los poros.
- COMPENSAR los desajustes entre grasa-agua.
- EQUILIBRAR el pH de la piel.
HIGIENE FACIAL
Un tratamiento de higiene facial profunda es vital para cuidar la salud de la piel, devolverle la energía y la salud al rostro y procurar su bienestar y juventud.
Los resultados de cualquier tratamiento ( Hidrataciones, Oxígeno, Radiofrecuencia, IPL, …) crecerán exponencialmente si antes hemos limpiado y preparado la piel.