Problemas que pueden provocar las mascarillas sobre nuestra piel

Las mascarillas se han vuelto un elemento más de nuestro día a día y su uso es fundamental para ayudar a contener la propagación de la Covid-19. Trabajar, comprar o pasear son algunas de las actividades de nuestra rutina habitual que, en la mayoría de los casos, debemos hacer con mascarilla. Por tanto, al ser de uso obligatorio en la vía pública o en actividades donde no sea posible mantener la distancia de seguridad, supone que debemos llevarla sobre nuestro rostro muchas horas. Esto puede acarrear problemas en nuestra piel, produciendo determinadas reacciones cutáneas y afecciones que, aunque no sean de gravedad, sí debemos permanecer atentas para minimizar la posibilidad de lesiones cutáneas.

Además de las horas de uso, otro factor que puede agravar estos problemas, es el calor al que nos enfrentaremos los próximos meses. Ese combo entre la subida de temperaturas y el uso de mascarilla puede provocar más problemas por el exceso de sudoración. Sin embargo, a pesar de las molestias que pueda provocar, tenemos que tener en cuenta que es un elemento fundamental para frenar el número de contagios y evitar el empeoramiento de la pandemia.

Los principales problemas que genera el uso de mascarillas es el roce en las zonas de más presión. En concreto, las mascarillas quirúrgicas afectan más a la zona que se encuentra detrás de las orejas y las mascarillas FPP2 en la nariz y la zona malar, es decir, la zona más externa de la cara que se corresponde con el pómulo. Además, otras patologías que pueden empeorar por el uso continuado de las mascarillas son la rosácea y la dermatitis atópica.

Pero ¿qué podemos hacer para evitar algunos de estos problemas? En este post vamos a repasar algunos de los principales problemas con el objetivo de detectarlos a tiempo y conocer qué podemos hacer para tratarlos en caso de que aparezcan. Como pequeño spoiler diremos: la higiene e hidratación son claves.

Principales problemas y cómo tratarlos

Como comentábamos anteriormente, uno de los problemas más frecuentes y comunes que vemos en la piel de nuestras clientas cuando acuden al centro, son las lesiones debido al rozamiento de la mascarilla sobre distintas zonas de mayor presión. En la mayoría de los casos, no se trata de lesiones que revista gravedad, pero pueden generar molestias o derivar en un problema más importante si no actuamos a tiempo. Veamos las afecciones más habituales y maneras de combatirlas:

1. Lesiones por roce en el mentón y puente de la nariz. Para evitar este rozamiento es muy importante hidratar bien toda la cara, especialmente, las zonas de mayor fricción, con cremas con mayor índice de untuosidad que actúen como barrera sobre la piel o tipo vaselina, que realiza igualmente ese efecto oclusivo. En el caso de que se lleguen a producir lesiones cutáneas o eccemas por la presión de la mascarilla, puede utilizarse una crema antiinflamatoria con corticoides para disminuir la inflamación de la piel.

2. Empeoramiento de patologías cutáneas: dermatitis, acné o rosácea. En casos que presenten una patología previa como el acné, dermatitis o rosácea, es recomendable acudir al especialista del cuidado de la piel habitual para que, tras la valoración del estado de la piel, indique si es conveniente continuar con el tratamiento habitual o qué procedimiento seguir.

3. Infecciones cutáneas. El roce sobre la piel de la mascarilla puede desencadenar o empeorar brotes de herpes, dando lugar a ampollas o pequeñas pústulas. También puede provocar brotes de foliculitis, es decir, la inflamación o infección de los folículos pilosos a consecuencia, por ejemplo, de una mayor sudoración provocada por la mascarilla y los días de más calor a los que nos enfrentamos en los próximos meses. En función del tipo de infección que se produzca, se deberá optar por un tratamiento u otro: si la infección es a consecuencia de una bacteria, se deberá recurrir a antibióticos; y si se trata de un herpes, puede requerir antivirales orales.

Hay que tener en cuenta que, además de los problemas en la piel de rostro, estos elementos barrera frente a la propagación del Coronavirus también pueden provocar lesiones por el roce de las gomas por detrás de las orejas. Para evitar esto, se pueden utilizar los dispositivos de plástico para enganchar la mascarilla sin pasarla por detrás de las orejas.

Por tanto, como norma general podemos decir que, aquellas personas que tuvieran patologías en la piel, deben continuar con sus tratamientos y rutinas específicas y, en caso de empeorar acudir a su especialista de confianza en el cuidado de la piel. Por su parte, aquellas personas que no manifestaran patologías previas, deben cuidar su higiene facial de la manera habitual al quitarse la mascarilla, lavando la cara con un jabón con pH neutro y recordando siempre hidratar bien la piel. Todo ello, unido al resto de medidas de higiene como el lavado de manos frecuente, antes y después de quitarse la mascarilla, son sencillos gestos que sin duda ayudan a cuidar nuestra piel y protegerla de agresiones.

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